“Estoy aquí en el hospital, descansando, no recuerdo nada… Solo que pasé de la raya, paré, tomé el agua y me desplomé. Luego el vacío, y desperté en el hospital. Ahora estoy aquí, me tienen monitoreado. Fue un gran susto, pero ya estoy pensando en cuándo podré volver al grupo".

Estas son las primeras palabras pronunciadas por Sonny Colbrelli en un mensaje de voz a la prensa y publicado esta mañana por la Gazzetta dello Sport. El corredor de Brescia sigue hospitalizado en Girona tras la enfermedad que le afectó ayer al final de la primera etapa de la Volta Catalunya.

"Colbrelli se someterá a más pruebas para descubrir la causa del accidente", explicó su equipo, el Bahrain Victorius en una nota. Todas las pruebas cardíacas realizadas anoche no mostraron signos de preocupación o funciones comprometidas. Seguirán más actualizaciones. "

La angustia de los primeros momentos va dando paso a un velado optimismo, aunque aún no se conocen los motivos del desmayo, y el consiguiente paro cardíaco, y las posibles consecuencias para su carrera.

Los periódicos de todo el mundo obviamente han publicado la noticia con algún detalle.

“La terrible angustia”, es el título del Equipe para el corredor que ganó la última Roubaix. Gianni Marcarini, excorredor profesional, amigo suyo, ahora vendedor de telas, ofrece su testimonio al diario francés: «Me acerqué a él para felicitarlo. Todavía estaba sentado en el cuadro de la bicicleta y sus ojos estaban en blanco. De repente se derrumbó y me arrastró hacia abajo con él. Tuve tiempo de sacar el pie atascado y empezó a tener convulsiones. Pensé en un ataque violento. Todo su cuerpo tembló y luego nada. Los equipos de rescate llegaron rápidamente. Vi que estaban comenzando a hacer masajes cardíacos antes de regresar rápidamente con un desfibrilador. También le dieron una inyección con una jeringa antes de colocarle una sábana grande al frente. Esto es Loco. Conozco bien a Sonny y la escena me asustó. Sobre todo porque fue hospitalizado en una ambulancia y permaneció parado al menos veinte minutos antes de partir».

El diario francés habla de “un sprint final francamente violento. Con una ventaja larga, Colbrelli cedió solo en los últimos metros”. A principios de marzo, Colbrelli había tenido una bronquitis grave, se había retirado de la París-Niza y se había perdido la Milán-Sanremo. Se había sometido a una tanda de antibióticos y volvía a correr en Cataluña para no perder su estado de cara a las Clásicas del Norte.

Andrea Schiavon en Tuttosport escribe que "para Sonny estos deberían haber sido días para vivir con orgullo: junto con la participación en el Tour de Flandes (3 de abril), el lanzamiento de Con il cuore nel fango, el libro escrito con Marco Pastonesi para cuenta su historia como corredor que pasó por los turnos en la fábrica antes de llegar al profesionalismo. La primera hipótesis formulada es la de la miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco”.

Hay otro pasaje clave en la crónica de Schiavon: "Ciertamente lo que le pasó a Colbrelli preocupa a muchos corredores, incluidos los que luchan con las secuelas de la covid y los que siguen marcados por la bronquitis que diezmó al grupo en la París-Niza, donde sólo 59 de los 154 titulares llegaron hasta la Costa Azul. Por parte de todos hay ganas de aclarar: ¿por qué un corredor que corría cubierto de barro hace cinco meses dentro del velódromo de Roubaix ahora se ve obligado a preguntarse cómo seguirá su carrera? ".

© Foto Primavera Ciclismo

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