Los británicos llegan a Ruanda sin presiones pero con ambiciones
A pesar de ser uno de los favoritos en el papel, Tom Pidcock admitió que no había pensado mucho en el Campeonato Mundial de Ruta UCI del domingo en Ruanda, habiéndose centrado principalmente en su reciente tercer puesto en la Vuelta a España.
El británico, que logró su mejor resultado en un Gran Giro en España al terminar en el podio detrás de Jonas Vingegaard y João Almeida, explicó:
No le di mucha importancia. Solo me centré en la Vuelta sin pensar en nada más. Al llegar a casa, estaba bastante estresado porque tenía mil cosas que organizar.
Pidcock llegó a Kigali el martes por la mañana después de unos días de descanso tras la Vuelta:
Tuve cuatro o cinco días tranquilos y luego volví a entrenar. La semana pasada hice una sesión de siete horas, algo intensa. El viaje lo complica un poco, pero ayer hice un buen entrenamiento. Las condiciones aquí son bastante duras, entre la altitud y la contaminación.
A pesar de su preparación poco óptima, el corredor del Ineos Grenadiers no oculta sus ambiciones:
No habría venido hasta África si no pensara que podía hacerlo bien. El Mundial siempre es un día en el que todo puede pasar. No nos hagamos demasiadas expectativas ahora.
Gran Bretaña tiene una doble ventaja, ya que cuenta con Oscar Onley como cocapitán. El joven escocés, cuarto en el último Tour de Francia, podría ser una valiosa alternativa en una ruta con aproximadamente 6.000 metros de desnivel positivo.
"Oscar ha demostrado su fuerza este año. Va a ser una carrera difícil y de desgaste, y es fantástico tener a alguien como él en el equipo", comentó Pidcock sobre su compañero de selección nacional.