Podio improvisado: La Vuelta acaba en el parking del hotel

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15
Sep
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La idea de los equipos de celebrar a los ganadores de la carrera.

Cuando los organizadores de la Vuelta decidieron cancelar la etapa final y la ceremonia oficial de entrega de premios, la decepción entre los corredores y el personal era palpable. Pero de esa frustración surgió una idea simple y brillante: darles a los ganadores su momento de gloria de todas formas.

A última hora de la noche, en el aparcamiento del hotel que albergaba a los equipos, alguien colgó una pancarta roja de la Vuelta —presumiblemente la que se usaba para las entrevistas posteriores a la carrera— y dispuso tres contenedores de botellas de agua como escalones para un podio improvisado. Un altavoz puso a todo volumen "Eye of the Tiger" y empezó la fiesta. Fue idea de los equipos, y también enviaron un mensaje a la carrera. ¿Cancelaste todo y no tienes un plan B? ¡Te tenemos cubierto!

Uno tras otro, los ganadores subieron al “podio”: Matthew Riccitello (Israel Premier-Tech) por el maillot blanco de joven ciclista, Mads Pedersen (Lidl-Trek) por el maillot verde de puntos, Jay Vine (UAE Team Emirates-XRG) por el maillot de lunares de mejor escalador.

Después, el momento culminante: la celebración de la clasificación general, con Tom Pidcock (Q36.5) en el tercer escalón, João Almeida (UAE Team Emirates-XRG) en segundo lugar y, por último, Jonas Vingegaard (Visma | Lease a Bike), ganador de la Vuelta 2025.