Jonas Vingegaard se muestra más maduro en la sala de prensa durante las tradicionales ruedas de prensa del podio del Tour de Francia. Mientras el joven Florian Lipowitz espera tímidamente su turno y Pogačar se muestra impaciente, el danés de 28 años mantiene una serena serenidad.

A pesar de haber terminado segundo en el Tour por segundo año consecutivo, tras perder contra Pogačar, Vingegaard no muestra signos de frustración ni decepción. La suya fue una derrota "normal", sin dramas ni errores fatales, solo algunos días buenos y otros no tan buenos.

"En algunas etapas he tenido el nivel más alto, en otras el más bajo de los últimos años", admite sinceramente el corredor del Visma-Lease a Bike, probablemente refiriéndose a algunas etapas de la primera semana y a la etapa de Hautacam donde perdió un minuto con respecto a Pogačar.

Ya tiene la vista puesta en el futuro: la Vuelta a España del mes que viene representa su próxima oportunidad de ganar una Gran Vuelta. "Primero, me tomaré una semana de descanso, más o menos, y luego volveré a entrenar. No tengo mucho tiempo, pero ya lo hice hace dos años y me fue bien. Espero que este año pase lo mismo".

Respecto a un futuro más lejano, Vingegaard no descarta la posibilidad de correr el Giro de Italia: "Siempre he dicho que me gustaría correrlo. No digo que lo haga el año que viene, pero es algo que tendremos que hablar con el equipo".

Su madurez se refleja en su enfoque equilibrado y realista: motivado y ambicioso, pero siempre aceptando el resultado final, sea cual sea.

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